Espiritualidad

ESPIRITUALIDAD de COMUNIÓN: Haciendo de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión es el gran desafío que tenemos ante nosotros en este milenio que comienza si queremos ser fieles al designio de Dios y responder a las profundas esperanzas del mundo. Antes de programar iniciativas concretas, hace falta promover una espiritualidad de la comunión, proponiéndola como principio educativo en todos los lugares donde se forma el hombre y el cristiano, donde se educan los ministros del altar, las personas consagradas, los agentes de pastoral, donde se construyen las familias y las comunidades... ESPIRITUALIDAD de COMUNIÓN significa: a) una mirada del corazón sobre todo hacia el misterio de la Trinidad que habita en nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida también en el rostro de los hermanos que están a nuestro lado; b) capacidad de sentir al hermano de fe en la unidad profunda del Cuerpo místico y, por tanto, como “uno que me pertenece”, para saber compartir sus alegrías y sus sufrimientos, para ofrecerle una verdadera amistad; 5c) capacidad de ver ante todo lo que hay de positivo en el otro, para acogerlo, y valorarlo como regalo de Dios: un “don para mí”, además de ser un para el hermano que lo ha recibido directamente; d) saber “dar espacio” al hermano, llevando mutuamente la carga de los otros y rechazando las tentaciones egoístas.. Los espacios de comunión – Consejos Presbiterales, Consejos Pastorales- deben ser cultivados y ampliados cada día. La teología y la espiritualidad de la comunión aconsejan una escucha recíproca y eficaz entre pastores y fieles... Unidad en lo esencial, y confluencia normalmente incluso en lo opinable