¿Cuanto no le daremos a El todas las cosas, si el se dio a sí mismo del todo a nosotros? Habiendonos dado Dios a su amado Hijo, que es la fuente de todos los tesoros y todos los bienes, ¿quien puede temer que quiera negarnos cualquier gracia que le pidamos? Dios no lo ha dado para que fuese luz y sabiduría para caminar en el camino de la salvación. Nos lo dio para que nosotros, ignorantes, y necios, participaramos de la esperanza de soñar con el Paraiso, para que a nosotros , pecadores, llegase la santificación para obtener la santidad, para que nosotros finalmente esclavos del demonio, fueramos rescatados y llevados a la libertad de los hijos de Dios.
Nosotros que hemos sido hechos ricos de todo bien, y de toda gracias, si la pedimos por sus meritos, el nos la concede siempre. No tenemos que tener miedo a que no nos conceda todos los beneficios que consideremos para nosotros necesarios. Es un don hecho a cada uno de nosotros para que cada uno de nosotros pueda decir: " Mi redentor me ha amado y por el amor que me ha tenido se ha entregado por mi.
Oh Dios eterno y quien pues, podría hacernos este don de infinito valor, sino Tu que eres un Dios de infinito amor!! Oh mi Creador, ¿ Y qué mas podrías hacer para darnos confianza en tu misericordia y para obligarnos a amarte?
Señor, yo te he pagado con ingratitud; pero Tu , en cambio, me has dicho =" Para los que aman a Dios, todo sera para el Bien. No quiero por tanto que el gran número de mis pecados y la enormidad que representan me hagan recelar de tu bondad; quiero que me sirvan para humillarme aún más cuando por cualquier causa me separe de ti.